lunes, 28 de abril de 2014

Tu pequeño mundo.

Mira a tu alrededor ¿qué ves? Ya te lo digo yo, nada.
Ahora frena, quítate los cascos, deja de mirar una pantalla ¿qué ves ahora?
Gente riéndose, gente llorando, bonitas parejas cogidas de la mano, niños que corren a la salida de la escuela...
Siéntate y piensa, piensa en toda la gente que puedes llegar a ver en un solo día, piensa en la de cosas que pueden pasar en este, para bien o para mal, puedes reír o llorar.
Justo cuándo pienses en sonrisas y en lágrimas, justo ahí, pasará por tu cabeza esa sonrisa que luce con el sol, esos ojos brillantes que tanto te gusta mirar; esas imágenes te llevarán a una persona, una persona por la que estarías dispuesto a darlo todo por verla sonreír.
Harías mil y una niñerías, la intentarías sorprender por mucho que se lo espere, secarías sus lágrimas de tristeza o felicidad, le tenderías tu mano si se encuentra perdida o simplemente para seguir un camino; en definitiva, le entregarías tu corazón.
Cuando piensas en esa persona sientes amor, pero no como quieres a mamá o a papá, amor de amor, de ese te pone los pelos de punta, que te hace llorar de felicidad cuando recordáis juntos momentos bonitos, que emociona cuando se ven fotos, que después de un mal día solo quieras escuchar un : "todo saldrá bien, yo estoy aquí contigo" y que te hace sentir un abrazo, pero un abrazo de cariño y ternura.
Después de esto, pon los pies otra vez en la tierra, corre al lado de esa persona, no pongas escusas, por muy enfadada que esté querrá verte y recibir un enorme abrazo, por muy feliz que sea a tu lado lucha por ella cada día.
Y es que decimos te quiero al despedirnos o después de un silencio ¿porque no gritar que sientes amor?
Corre y grítaselo, ponte en su oreja como cuando quieres contarle un secreto a tu mejor amigo, y susurrale muy bajito un "te quiero". Y dirás que he dicho al mundo, pero esa persona es tu mundo, no está de más que se entere.

PD: para mí, tú eres mi mundo.

domingo, 27 de abril de 2014

Mi único recuerdo eres tú

Como un día soleado,
como una tarde gris,
una noche juntos,
ni un solo día sin ti.

Sin necesidad de rosas
por cada San Valentín,
motivo de mis sonrisas,
motivo de mi vivir.

Recordando el momento
en el que te conocí,
y desde el que nunca
dejé de pensar en ti.

Como la brisa marina
tiñe de color añil
los cielos al atardecer,
un amanecer junto a ti.

Nada más bonito
que verte dormir,
acurrucado en mi pecho,
acariciando el perfil
de tu hermoso rostro
sin dejar de sonreír.

Ahora, haciendo memoria,
me he acordad que fue San Valentín,
día de los enamorados
o de los que se quieren sin fin.

Paseando de tu mano me acordé
de lo afortunada que soy
por tenerte a ti,
de todo lo que he vivido
y he aprendido junto a ti.

Sentada a tu lado,
no quise reprimir,
todos los sentimientos
que tú despiertas en mí.

Escribiendo estas letras,
descubrí lo afortunada que soy
porque mi camino
se cruzó con tu elixir.

Si pudiera vivir más de una vida,
tendría claro que sería siempre junto a ti.
Voy a cerrar los ojos y seguir pensando,
¿adivinas...? En ti.
  
María Ruiz-Canela Machuca


Eh tú, sonríe, nunca sabes cuando alguien puede enamorarse de tu sonrisa

lunes, 21 de abril de 2014

Solo tú puedes entenderlo



Entonces, llega esa persona a tu vida, no es una cualquiera, es esa persona que no te puedes quitar de la cabeza durante todo el día, que te acompaña en tus sueños por la noche, incluso a veces compartes con ella hasta la almohada...
Y te das cuenta, que no es todo de color rosa, que las cosas igual que suben, bajan; y al igual que un día estás perfectamente con ella, al día siguiente tienes la mayor bronca del mundo; y ahí, es cuando intervienen los amigos, pero no cualquier amigo, sino los de verdad.
Los amigos, aquellos que después de todos lo que les cuentas te dicen: "Yo que tú lo mandaba a la mierda", "Es gilipollas, no te merece", "Estás dando demasiado y él solo quiere que te arrastres"...
Y entonces, te das cuenta de que tu cabeza dice que le mandes a la mierda, que quizás estés dando demasiado más de lo que él te da a ti... Pero no puedes, no es lo que te dicta el corazón; él te dicta que vayas a verle aunque lleves días sin hablar con él, que le abraces fuerte como si nunca más le volvieras a ver, que se te escapen algunas lágrimas y él te las seque, acurrucarte en su pecho y contarle todo lo que se te pasa por la cabeza...
Y ahora, es cuando entiendes todo, todo comienza a tener solución, buscas el lado positivo de todo, y sin duda alguna hallas la respuesta.
Te paras a reflexionar cuánta gente te ha hecho falta para darte cuenta de que lo último que quieres es dejarle ir, y te das cuenta de que solo has sido tú.


Nunca es tarde para rectificar un error del pasado,
dale otra  oportunidad, date otra oportunidad... 
Daros otra oportunidad