Le agarras, le sueltas, le insultas, le besas, le acaricias, le mimas, te peleas, lo arreglas... Y así continuamente.
Los humanos, somos lo que somos debido a esos sentimientos de deseo hacia una única persona, a la cual le llamamos NUESTRA DEBILIDAD.
Esa persona es capaz de secarte las lágrimas cuando más lloras, de hacerte reír a carcajadas cuando estás bien, de sacarte sonrisas inesperadas, de robarte besos que tienes bien guardados... También es capaz de herirte y ganarte una vez más esa segunda oportunidad que todos necesitamos.
Cuando dos personas verdaderamente se quieren, se perdonan, se entienden, aceptan sus errores, se tragan el orgullo... Pero, sobre todo, se quieren.
Querer, es una palabra muy utilizada últimamente, pero que apenas un 5% de personas lo siente de verdad, simplemente, se dice por moda.
Cuando quieras a una persona: agárrala fuerte, suéltala en el portal de su casa, insúltala cariñosamente, bésala con dulzura, acaríciala suavemente, mímala siempre, peléate... pero arréglalo, no merece la pena perder a la persona que más quieres por una tontería, comete errores y aprende de ellos. Así, es como se llega a un "te quiero".
Y aún cuando pienses que todo está perdido, da el 100% de ti, porque solo los que luchan hasta el final dando el máximo de sí mismos, alcanzan la gloria.
Y es que, todos los humanos tenemos un mismo defecto, y es el miedo al fracaso.
Que quiero que vuelvas
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