viernes, 29 de noviembre de 2013

Quiero estar siempre a tu lado

Quiero estar siempre a tu lado,
quiero a tu lado estar siempre,
aunque se pasen las horas,
aunque se vayan los trenes,
aunque se acaben los días,
y aunque se mueran los meses.
Quiero estar frente a tus ojos,
quiero a tu lado estar siempre.
Quiero estar frente a tus labios,
quiero estar frente a tus dientes.
La mariposa se va,
la mariposa no vuelve.
Sé como la golondrina
para que siempre regreses,
que los caminos del cielo,
los encuentra y no los pierde.


“Las bicicletas son para el verano”, F. Fernán-Gómez

Todos tenemos una función en el mundo

Quizás alguna vez te hayas parado a pensar: ¿Qué hago yo aquí?, ¿por qué sigo adelante?... y cosas similares a estas. La respuesta a ello es que siempre has tenido gente a tu lado, que te ha estado apoyando, queriendo, animando... pero sobre todo, gente, que te daba la mano cuando te caías, te levantaba y se ponía a caminar a tu lado; que te abrazaba cuando estabas llorando; que te hacía cambiar las lágrimas por sonrisas y carjadas; que te recogía la toalla y te la ponía al hombro cuando tu la tirabas; en general, gente a la que le importas.
Aunque parezca que a veces no hagas nada en este mundo, tienes que pararte a pensar: ¿Y si soy esa persona que es capaz de cambiarle el estado de ánimo a una persona con simplemente una sonrisa, con un simple abrazo, con un simple beso...?
Entonces te darás cuenta cuál es tu labor en este mundo: hacer feliz a la gente que te importa.

Cuando nada te impide hacer feliz a esa persona

miércoles, 27 de noviembre de 2013

Y qué más da, si son cosas de la edad...

Una canción, un abrazo, un beso, justo ese momento; momento en el que todo cambia; todo y nada cambia a la vez.
Es un día, pero no un día más; cada día es diferente y sabes que ese te va a cambiar, no sabes si para bien o para mal pero lo intuyes desde que pones el primer pie en el suelo esa mañana.
La gente dice si hay sol será un día maravilloso y si llueve será un día triste ¡NO! 
Si llueve sal a la calle, mójate; y demuestra que ese día tú lo has cambiado; deja que los días te cambien al igual que te cambia el paso de los años; pero de vez en cuando da una lección a la vida y cambia tú tu día dirije al mundo por una vez.
Y es que después de ese beso, esa canción o ese abrazo todo ha cambiado, todo y nada, pero desde ese momento sonries ... y dirás sí, sonrío, como todos los días... Pero fíjate tú sonrisa brilla como nunca y no depende del Sol depende de ti.

Que hoy, tu sonrisa, cambie el mundo.